Fueron los higos pasados un
alimento básico en la dieta de los canarios desde los
aborígenes hasta entrados los años 70 del siglo XX. En
Lanzarote, suponen junto con los porretos un sustento principal
durante los meses de Noviembre y Diciembre periodo de escasez
alimentaria.
Muchas
son las variedades de higueras que se cultivaron dependiendo
fundamentalmente del tipo de suelo, de las zonas climáticas y de la
época de maduración. De entre las variedades que se dan en la zona
norte destacan las siguientes: Brevera canaria, Colorada, Brevera
fina, Blanca fina, Gomera blanca, Negra Conchinchina,
Negra y Bigariña.
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Higo Gomero blanco. Las Casillas (Máguez) |
La higuera
Bigariña prospera muy
bien en los terrenos de polvillo (suelos de degradación de los
malpaíses de las erupciones de Los Helechos y La Quemada) propios de
la zona de Máguez. No siendo tan productiva en otros tipos de suelos
más arcillosos.
La
colorada es la primera que madura. Es óptima
para las zonas de suelos pobres incluso en arenados sobre malpaíses
y cotas de altitud más bajas.
Higo colora(d)o. La La(d)era (de) Nuñez. (Máguez) |
La
gomera se desarrolla mejor en las cotas altas
y necesita sobre todo de tierras más fértiles.
La
negra es la última que madura. La tradición
oral le atribuye las propiedades de “traicionera
y dañina” haciendo referencia a que en
determinadas circunstancias puede provocar indigestión e incluso la
muerte. Dice la copla en relación a esta higuera:
¡Malhaya
la higuera negra
que
echa los higos menudos,
malhaya la mujer joven
que
se casa con un viudo!
Higo negro (Máguez) |
Los
primeros higos, que maduran fuera de tiempo, les llaman higos
locos y fructifican de forma aislada durante
los meses de enero y febrero. También hay higos que llaman
sanjuaneros, que empiezan a pintar
cercanos a festividad de San Juan. Muy apreciados por
ser los primeros, se utilizan principalmente para el consumo fresco.
En general
el periodo de recolección de los higos se extiende principalmente
entre los meses de Agosto y Septiembre.
Los higos
maduros se ponían tendidos al sol sobre los paseros.
Estructuras que se levantan en el campo, acondicionadas sobre paredes
de limpieza (desripio) de los terrenos. Estas construcciones aireadas
y soleadas son óptimas para un rápido secado de la fruta. Otras
veces se ponen directamente sobre el suelo preparando previamente la
zona con arenas gruesas.
Pasero en la Majaíta de Abajo. Foto De Aniceto Rodríguez. |
Una
vez recogidos de los paseros se llevaban a las casas y se dejaban
refrescar extendidos
sobre esteras de palma donde permanecían durante unos días. El
siguiente paso era sumergirlos en agua caliente para
higienizarlos. Una vez hecho esto se volvía a poner unas horas al
sol para quitar el exceso de humedad y con las manos mojadas en
salmuera se iban seleccionando. Desechando en este proceso los
mordidos y más feos para el consumo de los animales (cochinos,
perros etc.) los mejores se empaquetaban y almacenaban en espuertas
de palma. Cuenta la gente mayor que algunas de las
familias más ricas utilizaban estos higos de desecho para pagar el
sueldo a los peones a su cargo.
Los higos se
mantenían empaquetados hasta el día uno de Noviembre en el que era
costumbre abrirlos, así como la demás fruta pasada: (porretos,
pasas) y el vino. Esto no se realizaba antes por dos razones:
Aprovechar al máximo la fruta fresca y por otra parte que los higos
en este momento estaban ya azucarados.
Esa fecha
era señalada para que los niños pobres salieran a pedir la
limosna de los santos a casa de la gente más pudiente. Rezaban
una oración por los difuntos de la casa, a lo que la familia
correspondía llenándoles los zurrones de higos pasados.
Una anécdota
cuenta que en Máguez sobre los años 40 del siglo XX estaba una
madre guardando los higos de forma cuidadosa ante la mirada atenta de
su hijo de corta edad, que le pidió comer algunos. La madre se negó
diciéndole “que los quería para el día de
todos los santos“. Haciendo referencia a
que era a partir de esa fecha en la que podían comerlos.
Llegó el
día señalado y la madre que había salido al campo, vio desde lejos
una gran fila de niños en su puerta, cuando llegó su hijo
había vaciado medio cajón de higos repartiéndolo entre los niños
pobres.
-Pero
madre ¿Uste no me dijo que los quería para el día de los
santos?-sollozaba, mientras la madre se echaba manos a la cabeza,
ya que en una hora había perdido la comida de los meses
venideros, aunque por otra alabando en el buen corazón de su
hijo.
Fuentes
orales:
Dorina Torres (Máguez), Antonio Betancor (Tabayesco), Guillermo Dorta (Ye), Claudina (Ye), Tomasa Perdomo (Máguez), Francisca Dorta (Máguez),Matías Niz (Máguez),Joaquín Melgarejo (Haría),Pancho Dorta ( Örzola), entre otros...
Bibliografía:
-Jaime Gil y Otros. Las higueras canarias y su diversidad. Rincones del Atlántico
-Águeda Mª González-Rodríguez y María José Grajal-Mart Higueras de Canarias Caracterización morfológica de variedades
-VV.AA:: La cultura del agua en Lanzarote, Cabildo Insular de Lanzarote, 2006.
-Antonio C. Perdomo Molina. Sobre paseros, pasiles, secaderos, tendales, tinglados y hornos: la cultura material de los higos pasados en Canarias . Rincones del Atlántico
Dorina Torres (Máguez), Antonio Betancor (Tabayesco), Guillermo Dorta (Ye), Claudina (Ye), Tomasa Perdomo (Máguez), Francisca Dorta (Máguez),Matías Niz (Máguez),Joaquín Melgarejo (Haría),Pancho Dorta ( Örzola), entre otros...
Bibliografía:
-Jaime Gil y Otros. Las higueras canarias y su diversidad. Rincones del Atlántico
-Águeda Mª González-Rodríguez y María José Grajal-Mart Higueras de Canarias Caracterización morfológica de variedades
-VV.AA:: La cultura del agua en Lanzarote, Cabildo Insular de Lanzarote, 2006.
-Antonio C. Perdomo Molina. Sobre paseros, pasiles, secaderos, tendales, tinglados y hornos: la cultura material de los higos pasados en Canarias . Rincones del Atlántico
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